¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de aprender algo? De repente despierta un interés dentro de ti y comienza una fase de investigación exhaustiva. A tu alrededor aparecen señales que te van guiando hacia el mismo objetivo, para mí no es casualidad es el momento en el que estás atento y alerta a cualquier estímulo. Estás envuelto por un hechizo mágico del que no puedes escapar sin descubrir donde te va a llevar. No hay nada más maravilloso que disfrutar con el aprendizaje alimentado de motivación e ilusión.
Si, el aprendizaje y la motivación van cogidos de la mano. Ha de ser voluntario, interesarte por algo concreto que despierte tu curiosidad. Como la historia de tu ciudad o el origen de tu propia lengua, el uso de las nuevas tecnologías o un oficio artesanal, un idioma extranjero o una cultura de un país vecino, la práctica de un deporte de riesgo o incluso a relajar tu mente, hasta lo más sencillo como aprender a guisar o a coserte un botón. Todo ello llegará cuando tengas esa necesidad, estate atento ya que es el momento de indagar.
Por supuesto, hay que intentar hacer las cosas varias veces para manejarlas bien, no quieras entender todo a la primera o saber más que el propio maestro. Es una tarea que requiere paciencia, dedicación y entusiasmo, no te rindas ante las adversidades, aprende de los errores y disfruta con ello.
Además nuestra vida es un aprendizaje constante, en cualquier aspecto de ella aparece el Arte de Aprender. Aprender a morderse la lengua de vez en cuando, a respetar a los demás, a saber decir que no cuando algo no nos interesa, a reírse de uno mismo, a aceptarte tal como eres, a convivir en sociedad, a comunicarte, a perdonar, a no juzgar a nadie, a decir te quiero,a dar las gracias, a mostrarte tal cual eres ante los demás, a llorar en público, a reír a carcajadas sin que nada te importe, a tomar tus propias decisiones,a crear, a recibir un halago o una crítica constructiva, a preguntar antes de suponer, a hablar con franqueza y honestidad,a mantener tu atención en el ahora, a vivir en el presente y sobre todo a transmitir tus conocimientos a los demás.
Si estás dispuesto a que todo el que te encuentres en el camino te enseñe algo, tu vida será más satisfactoria y gozarás al compartir tanto tus conocimientos como los adquiridos, porque todos aprendemos de todos. Formamos una cadena donde todos estamos conectados.
Aprende a vivir plenamente y así dominarás el arte de la transformación porque las personas vivimos en constante cambio y evolución.
